¿Qué es el control de plagas?

El control de plagas es una práctica esencial en la gestión de la salud pública, la agricultura y la conservación del medio ambiente. Se refiere al conjunto de medidas y técnicas utilizadas para prevenir, mitigar o erradicar la proliferación de organismos considerados perjudiciales para la salud humana, los cultivos agrícolas, los ecosistemas naturales y las estructuras edificadas. Desde tiempos antiguos las civilizaciones han empleado una gran diversidad de métodos ecológicos para realizar el control de las plagas, incluyendo el uso de pesticidas naturales como el azufre y el aceite de Neem, así como la introducción de depredadores naturales. Con el avance de la ciencia y la tecnología, se han desarrollado métodos más sofisticados y específicos para el control de plagas, que van desde el uso de productos químicos sintéticos hasta estrategias basadas en técnicas biológicas. Sin embargo, el control de plagas también plantea desafíos, ya que el uso indiscriminado o indebido de pesticidas puede tener efectos adversos en el medio ambiente y la salud humana, como la contaminación del suelo y del agua, la aparición de cepas de plagas resistentes y la toxicidad para los organismos no objetivo. Por lo tanto, es fundamental adoptar un enfoque integrado y sostenible para el control de plagas, que combine diferentes métodos en función de las características específicas de cada situación, promoviendo así la coexistencia equilibrada entre los seres humanos y la naturaleza.

Soluciones para el control de plagas, el control biológico

Dadas las consecuencias que puede tener el control de plagas realizado con pesticidas de síntesis química inespecíficos, se han desarrollado en las últimas décadas, estrategias de control biológico totalmente respetuosas con el medio ambiente. El control biológico de plagas es respetuoso y se basa en el uso de organismos vivos para regular las poblaciones de insectos con carácter de plaga, de manera natural y sin el uso de productos químicos con gran impacto ambiental. Este enfoque se centra en identificar, introducir o conservar organismos depredadores, parasitoides o patógenos que sean específicos de la plaga objetivo. Los agentes de control biológico pueden incluir insectos depredadores, como avispas parasitoides y mariquitas, así como microorganismos como bacterias, virus y hongos que infectan y matan a las plagas de forma específica. Al utilizar agentes de control biológico se promueve un equilibrio natural en los ecosistemas, ya que estos organismos suelen ser selectivos en su objetivo, minimizando así los efectos adversos sobre el medio ambiente y sobre otros organismos no objetivo y reduciendo el riesgo de resistencia de las plagas a los pesticidas. Además, el control de plagasa través de este método puede ser una herramienta eficaz y rentable para el manejo de plagas a largo plazo ya que, una vez establecidos los agentes de control biológico, pueden mantener las poblaciones de plagas bajo control de manera continua, sin la necesidad de aplicaciones repetidas de pesticidas.

El éxito del control biológico depende de una serie de factores, como la selección adecuada de los agentes a emplear, la comprensión de la biología y ecología de la plaga objetivo, así como la consideración de los efectos sobre otros organismos y el medio ambiente. En este sentido, es importante seguir llevando a cabo investigaciones científicas rigurosas y monitorear de manera constante los resultados del control biológico para garantizar su eficacia y seguridad a largo plazo.

Un ejemplo de este tipo de control de plagas es el que se realiza con la bacteria Bacillus thuringiensis. Bacillus thuringiensis (Bt) sobre poblaciones de mosquitos picadores. Es un organismo bacteriano ampliamente reconocido por su eficacia como agente de control biológico de plagas. Esta bacteria produce cristales proteicos llamados delta-endotoxinas, que son tóxicos para un espectro específico de insectos, en concreto sobre larvas de dípteros; moscas y mosquitos. Cuando las larvas ingieren el Bt, las proteínas tóxicas se descomponen en el tracto digestivo, liberando toxinas que perforan la membrana del intestino y causan la muerte del insecto. Esta especificidad en la acción del Bt, sin afectar a otros organismos no objetivo, es una de sus características más destacadas y deseables en el control de plagas. Además, Bt es considerado una herramienta de control de plagas respetuosa con el medio ambiente, ya que es un organismo natural presente en el suelo no deja residuos tóxicos en el medio ambiente y tiene una persistencia de apenas unas pocas horas hasta su descomposición. En resumen, Bacillus thuringiensis representa una herramienta valiosa y eficaz en el control biológico de plagas, ofreciendo una alternativa segura y respetuosa con el medio ambiente para la gestión integrada de plagas de mosquito en espacios naturales y entornos urbanos habitados.

En BIOCYMA apostamos por este método de control de plagas y hace años que empleamos B.thuringiensis para el control de larvas de mosquito en programas de control de mosquitos en humedales y espacios naturales de la Región de Murcia.

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